Rompiendo amarras. Auto coaching en 3 pasos

 En Coaching 4 Evolutions. Las Etapas del Desarrollo, Comunicación Auténtica, Tu Mejor Versión

Ayer pude sentir de verdad el regalo de un nuevo problema. Creo que podemos usar la palabra «regalo» para «aquel reto para el que aún no estaba  preparado». Fue un problema con una persona que pertenece a un equipo que estaba dirigiendo. Lo describo aquí por si a alguien le interesa una orientación sobre  un proceso típico de auto-coaching de comunicación y emociones.

El problema me conquistó plenamente, produciéndome preocupación y emociones  negativas. El regalo vino de poder observarlas y decir «Uao, qué  sensaciones tan fuertes». Algo así como ir montado en la montaña rusa y poder sentir los tirones y saltos sin dejar de disfrutar.

Pude distinguir los 3 pasos que suelo explicar en coaching. Le llamo las 3 Cs

UNO. CONSCIENCIA

Al principio no disfrutaba, claro, pero luego pude descubrir las creencias que me estaban asediando, aquellas que conforman mi forma de ver las cosas, la que aprendí. Notaba que se estaban superando mis líneas rojas, a partir de las cuáles salta la señal de «¡pánico!»

¡Menudo despliegue! Todo ello ordenado en una secuencia que no me permitía escapatoria. Era tan convincente que parecía que yo no tenía opción. No era capaz de ver que yo estaba añadiendo un enorme dramatismo con mi interpretación. ¡Sencillamente, esa interpretación era la realidad!, con la que se despertaba mi enfado o tristeza por momentos. No era capaz de ver que la película me la estaba montando yo con mi forma de ver lo que me pasaba. Sería gracioso si no hiciera tanto daño. Bueno, visto después, es gracioso de todas formas.

Me decía cosas como «si eso sucede, es el fin» o como «yo confiaba en él, no me puedo creer lo que ha hecho».

Lo que me ayudó a verme desde fuera fue la risa, directamente,… ¡menudo dramón me monto yo solito! 🙂

También me ayudó la comprensión de que la persona con la que estaba trabajando tiene estímulos y problemas con los que yo no contaba. Qué fácil sería la vida si tuviera en la cabeza sencillamente lo que yo deseo… También me hace gracia que haya tenido esa presuposición. Cada uno tiene su vida, por mucho que se haya comprometido conmigo a algo que considero sagrado (yo y no él).

DOS. ¿ES LO QUE QUIERO? CUESTIONAMIENTO

Habiendo hecho lo más difícil, es decir, habiendo encuadrado el componente emocional, mi pensamiento fluyó mucho mejor. Uf, qué gusto. Siento la libertad, es como romper amarras de pensamientos dictatoriales. Qué sensación de liviandad cuando nada me impide mandar en mi espacio mental. Eso me recordó mi compromiso:

QUIERO VIVIR MI VIDA CON PLENITUD SIN DEJARME ENCERRAR, SEA CUAL SEA EL PROBLEMA.

Y entonces me pregunté ¿esto que hice es lo que quiero? ¿esta forma de pensar es la que deseo? La respuesta fue un «NO» aún más poderoso que todas las fuerzas del pasado que describí más arriba.

TRES. CONSTRUCCIÓN (si te fijas, son 3 Cs 🙂

Después me surgió la pregunta de ¿qué estrategia debo utilizar? Al mismo tiempo, mantenía el estado de plenitud que había ganado con la consciencia y al recordar mi compromiso de no dejarme encerrar. Sin mi estado, estaría perdido 🙂

Después de varias buenas ideas, noto que estoy pensando en exceso y que ya me patinan las neuronas. Creo que me puedo bloquear y me pregunto por qué… ¡Me falta información!

Para evitar la duda y el consiguiente bloqueo, me planteo qué es lo que debo hablar con esta persona y cuáles son las acciones que debo iniciar. Desde ahí veré qué sucede…

Y después ya veré cómo sigo.

¿UN REGALO? ¡PUES CLARO!

El regalo viene de darme cuenta de algunas de mis líneas rojas que no eran tan evidentes sin este problema. Líneas rojas que me están limitando en mi día a día, pero de las que no puedo liberarme si no se manifiestan… Ese primer paso me lo dio este «reto para el que aún no estaba preparado».

Para llegar a mi plenitud, quiero sin duda elegir los marcos de interpretación (o líneas rojas) que mejor se adapten a mis circunstancias y mis valores.

Técnicamente, esto es lo que se hace en la etapa 4 de auto creación, la etapa a la que están caminando típicamente las personas que buscan coaching, para las que se he diseñado especialmente la metodología «coaching 4 evolutions». De hecho, si te fijas, este proceso es claramente dialéctico: sigue los tres pasos del proceso dialéctico que aprendimos en el colegio: conocer desde fuera la «tesis» (consciencia, lo que hay), ponerla en contacto con la «antítesis» (cuestionamiento de la tesis) y «síntesis» (construcción, combinar ambas).

Los retos no dejarán de aparecer, pero fluirán siempre que busque mi respuesta desde estas 3 Cs: consciencia, cuestionamiento y construcción. Desde esta secuencia puedo hacer arte de mi vida.

Este artículo lo escribí hace más de un año. Aparte de recordar que todo acabó bien (replanteando el trabajo para que fuera motivador para todos), puedo decir que formó parte importante de mi crecimiento, gracias a esta consciencia que despertó sobre mi propio «juego interno».

Ojalá te sea útil. Como siempre, te agradeceré si ves alguna errata, cosa mal explicada o potencial mejora. Para ello, escríbeme a daniel.alvarez@benpensante.com.

Un abrazo

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