Me parece estar en estos momentos en la mitad de mi trayecto al mismo tiempo que en el punto de partida, como si todo lo anterior hubiera sucedido como preparación para este nuevo comienzo. Esta sensación se ha repetido un par de veces a lo largo de mi vida (aquí contaré una).
Mi educación transcurrió en Vigo, de los Salesianos pasé al Instituto Coya-4 (importante), y después a la Facultad de Económicas. Tras esta etapa, recorrí muy diversos lugares en BBVA, una entidad a la que debo mucho de lo que hoy soy.
Aprendí a trabajar, a dirigir y a equivocarme. Me dieron la oportunidad de llevar equipos amplios de personas y de recibir una educación directiva excepcional. Pude vivir etapas sensacionales de éxitos, ascensos y equipos de alto rendimiento (hay muchas personas que llevaré para siempre en mi memoria, ellos saben quiénes son).
Si le preguntaras a muchas de las personas que en 2006 me rodeaban, dirían que me dio la locura. Un año antes me había dado cuenta de que estaba repitiendo lo mismo que había estado haciendo durante años y que lo que tenía por delante no era muy distinto. Nada pudo ser igual desde ese momento. Un 19 de septiembre me lancé a la aventura de encontrar aquello que realmente me llenara, tanto en lo profesional como en lo personal. Dejé el banco (como en la letra de “Proud Mary” de los Creedence).
Durante los últimos años de mi carrera directiva había disfrutado de poder aplicar el coaching y, aunque en aquel momento en Galicia podría parecer una temeridad, asumí el compromiso de fundar QCoach. Se creó una comunidad de excelentes profesionales para que las habilidades directivas estuvieran un poco más al alcance de las personas y las empresas. Creo que hemos puesto nuestro granito de arena, trabajando en que muchas empresas sean aún más ilusionantes y para que las personas aumenten cualitativamente su rendimiento y su bienestar. Esta es una etapa que continúa y en la que estoy muy agradecido a las personas con las que he compartido, aprendido y disfrutado de una de las cosas que más me llenan: hacer coaching y ayudar a aprender y a desarrollarse.
Pero a quien más agradecido estoy es a todas las personas que han querido hacer conmigo su camino de desarrollo, sea como coachees o como alumnos. En ese camino he aprendido, disfrutado y me he inspirado tanto como ellos. La comunidad que hemos creado es muy valiosa para conseguir la sociedad que nos merecemos.
Instituto Ben Pensante es el fruto de todos estos crecimientos, que han servido para diseñar una plataforma de lanzamiento hacia la mejor versión de cada ser humano.Siento que es el momento de:
- Garantizar herramientas estándar y sólidas para conseguir el bienestar y la máxima expresión de las personas.
- Crear el entorno humano para liberarse de la antigua versión que las ha traído hasta aquí.
Universos es el vehículo para compartir aquellos textos que creo que pueden ser inspiradores o que pueden proveer técnicas valiosas. Espero que te guste.
¿La meta? Que este conocimiento sea transformador en la dirección que la sociedad necesita. Ayudar a que haya muchos Ben Pensantes, en el sentido tanto humanista como práctico de la palabra.