Coaching para la empleabilidad. Buscando los ilímites
Lo que leerás a continuación es lo que explicamos habitualmente en nuestros talleres a orientadores laborales.
El coaching tiene un papel vital en el momento de la búsqueda de empleo. Emocionalmente, es el momento más complicado de una carrera profesional, ya que es posible que nos acosen todos nuestros miedos e inseguridades. El coaching tiene herramientas muy concretas para apoyarnos en esta situación.
La clave en este momento es que asumamos el reto de encontrar un trabajo como uno de los mayores desafíos de nuestra vida. Con esto, lograremos una intensidad que nos ayudará a que nuestros pensamientos se orienten hacia el Cómo: “¿cómo busco la solución?” en lugar del “porqué”, que nos lleva a buscar excusas “¿por qué es imposible encontrar una solución?”.
La mente humana es tan poderosa que encontrará respuesta a cualquiera de las dos preguntas. El coaching se encarga de que la persona sea consciente de esta encrucijada, ayudándole a que elija la opción que más le conviene. En esto consiste el camino para generar “tu mejor versión” y mantenerte bien pegado a ella.
La persona necesita una dosis extra de fuerza y convicción para escoger el camino del gran desafío, por lo que el Coaching se convierte en un elemento todavía más esencial para ayudarle a conseguirlo.
En la algunas de mis conferencias, hablo de una de las personas que más me han inspirado en mi carrera como coach: Iago Santalla. Es la persona que puedes ver en la foto de arriba.
Mi amigo Iago tiene una parálisis cerebral que no le ha impedido ser educador social, escritor, conferenciante y coach, así como obtener recientemente un sobresaliente cum laude con su tesis sobre los ilímites del ser humano.
Esta teoría de los ilímites habla de cómo puede cambiar tu vida según te fijes en lo que te limita o en aquello en lo que eres grande, en aquellas capacidades que para los demás son sorprendentes: se basa en la importancia de conocer tus ilímites y apoyarte en ellos.
Las 5 prácticas para tu mejor versión
A lo largo de mi experiencia como coach para la empleabilidad he podido identificar 5 prácticas que han permitido a las personas lograr sus mayores retos a través de los ilímites. Son aspectos que se trabajan profundamente a través de la metodología del coaching.
La intención de esta recopilación es la de permitir que cada uno encuentre aquella práctica que más le puede inspirar en su camino de crecimiento:
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Pon tu reto en pantalla
La más importante. Si le preguntas a Iago, te encontrarás con que siempre te hablará de su reto, con toda humildad pero también con toda su pasión. Siempre lo tiene en primera línea de su pantalla mental.
Suelo poner como ejemplo el Camino de Santiago: Seguro que vas a disfrutar caminando a Santiago, como también puedes disfrutar caminando a Roma o a Jerusalén o a Sevilla. El disfrute no depende del destino, sino de hacer el camino. Eso sí, elegir el destino es igualmente fundamental, pues ¿cómo puedes iniciar el camino sin un destino claro al que dirigirte?
Cuando dices que lo que haces “tiene sentido”, es porque “tiene dirección”, es decir porque hay un objetivo congruente para la acción que estás realizando.
Una vez sabes hacia dónde te diriges, podrás ver qué problemas tienes o cuáles pueden aparecer. Necesitas estas advertencias de tu parte crítica, pero no dejes que tome el control. Tu máximo poder está se encuentra en tu parte creativa, en aquella que te dice “tú puedes”.
Tener el reto en primer plano es, por otro lado, tu fuente de energía. Si quieres tener alcanzar tu mejor versión necesitas motivación, y esta viene de tu reto y no de tus problemas. Si el reto “no te pone”, busca otro que lo haga.
En vez de primero aclarar y concretar su reto, las personas tienden a pensar en lo que les limita y en sus problemas ¡Ilógico pero real!
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Fluye
Una vez tengas claro el destino, comienza a caminar.
La parálisis por el análisis puede venir de cualquiera de estos dos puntos, y es un poderoso enemigo.
Cada acción hacia tu objetivo te da aporta motivación y nueva información. Centrarte en la acción es centrarte en el aquí y ahora, una de las bases para lograr el bienestar.
Esto permite que no se desparrame el pensamiento. Pensar no es inocuo, si piensas demasiado, descargas tu energía. Si además piensas en cosas negativas, tu vida será negativa.
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Haz lo máximo que puedas
Cuando tengas tu reto en mente y fluyas con él, haz todo lo que esté en tu mano para alcanzarlo, eso te dará bienestar ¡Ponte a prueba, a ver hasta dónde eres capaz de llegar! Con alegría, con tensión deportiva.
Eso sí, no te excedas en jornadas interminables o en un continuo esfuerzo sobrehumano, porque entonces no darás lo máximo que puedes, sino que serás una versión devaluada, con lo que tu insatisfacción y bajo rendimiento están asegurados.
La vida profesional es una maratón que requiere de algunos sprints. Mantener el equilibrio y la frescura es la señal de que estás dando todo lo que puedes.
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Yo no soy ciego, solo no veo
Esta es la frase que me impactó de Ole Vadum, director de uno de los institutos de crecimiento personal más importantes de Dinamarca. Él prefería definirse como “un soñador, una persona creativa y alegre, un emprendedor, una persona capaz de trabajar en equipo en proyectos exitosos”.
Se definía según sus capacidades, sus éxitos y sus propósitos en vez de por las cosas que le limitan. Es un ejemplo similar a los ilímites que describe Iago.
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Dar gracias
Siendo realistas, siempre podríamos estar mucho peor.
Piensa en cómo te sientes cuando das gracias por lo que tienes, por las personas que quieres y que te quieren, cuando te das las gracias a ti mismo/a por cómo luchas y por todo lo que eres capaz de hacer. Es una sensación fabulosa.
Dar gracias es una fuente de endorfina y dopamina. Agradecer es una forma de celebrar la vida, de darte un pequeño homenaje por el lugar que ocupas en el universo y por aquellas cosas en que el universo te pone en el tu camino (o Dios, o la vida, o quien tú quieras poner).
Iago lo dice de una forma muy sencilla: “quiero apreciarme más por lo que tengo que por lo que me falta, y a los demás también”.
¿Cómo cambia tu día a día si das las gracias cada mañana, en vez de pensar en las desdichas que también tienes? Somos lo que pensamos.
Espero que alguna de estas prácticas te puedan ser útiles.
Puede que en este momento no estés feliz, pero no puedes permitirte el lujo de no buscar tu felicidad.
Si ves alguna errata o algo que no se entienda bien en éste u otro artículo de Universos, te agradezco que me avises. Construimos entre todos un mundo mejor.
Gracias por tu atención