La rebeldía en los adolescentes es como la rabieta para los niños
La rebeldía en los adolescentes es como la rabieta en los niños.
El enfado ha tomado el control y le impide razonar, con lo que su comportamiento puede ir de pueril a inquietante.
Lo primero ¡Cuidado! ¡Es contagioso! Nuestra reacción impulsiva es parte del problema.
Cuenta hasta cien si es necesario, respira, relájate y vístete con tu versión serena y sabia.
Después, puedes probar esta técnica de PNL para hackear tu mente y dar tu mejor respuesta: Imagina que estás delante de tu hijo/a cuando está normal y comparte estas ideas con él/ella, suavemente.
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«No dejaré que mi firmeza se convierta en enfado. No defiendo la autoridad, sino el diálogo y la razón.»
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«Te quiero incluso cuando no estás en tu mejor versión. Tú no eres tu comportamiento».
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«No olvido la persona que realmente eres. De esa forma, poco a poco, podrás superar este secuestro emocional.»
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«Te ayudaré a recuperarte suavemente y sin romper nada para que la culpa no te obligue a buscar justificaciones.»
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«Para ello, voy a ceder en lo menos importante y a proteger lo esencial.»
Su enfado se irá reduciendo por no encontrar enfado al que enfrentarse y la solución vendrá de forma natural. Sírvete de los 3 antídotos para ello: la escucha que ayuda a razonar, el cariño y el humor.
Y confía en que es posible el cambio. Esta es la verdad eterna.
Puedes hacer una reflexión previa mediante estas preguntas:
- ¿Qué es lo importante para ti? ¿Y para él/ella?
- ¿Qué te hace reaccionar impulsivamente? ¿Y a él/ella?
- ¿Qué puedes conceder para que la solución avance?
- ¿Cuál es el objetivo o paso que toca ahora? ¿Cuál todavía no?
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