Para qué meditar. Más allá del mindfulness. Ven. Robina Courtin

 En Coaching 4 Evolutions. Las Etapas del Desarrollo, Vida Salvaje de las emociones y los pensamientos.

Este artículo nace como una forma de traducir y transmitir los conocimientos de este vídeo de la maestra ven. Robina Courtin: https://www.youtube.com/watch?v=apwRIAHK5E8&t=123s (escuchar a menor velocidad: 0,5)

En muchas escuelas de mindfulness advierten de que su metodología no tiene nada que ver con ninguna religión, refiriéndose en particular al budismo, que es la filosofía en la que tiene su origen.

Esto desvinculación es cierta y además está bien intencionado para llegar a más personas, aunque al mismo tiempo implica que solo ha incorporada una pequeña parte de toda la riqueza y metodología budista para lograr la felicidad.

El budismo en muchos foros no es tratada como una religión sino como como una filosofía que contiene una metodología muy clara para ser feliz. En estos últimos años, la neurociencia ha ido respaldando sucesivamente sus distintos métodos y conocimientos, como en las investigaciones de Richard Davidson con el Dalai Lama, entre otras muchas.

Los mismos budistas consideran el budismo como una investigación para obtener la verdadera felicidad. Día a día, con su meditación y las enseñanzas, descubren en su interior aquello que les lleva a estados tóxicos y lo que le ayuda a salir de ellos. El budismo es, por tanto, un entrenamiento que lleva a las más altas cotas de espiritualidad que puede alcanzar un ser humano, y lo hace de una forma práctica,

La maestra budista Robina Courtin lo resume de forma excelente en este vídeo que transcribimos con algún pequeño cambio para facilitar su comprensión. También se han añadido los títulos de cada parte y algunas notas (en cursiva).

 

Transcripción y traducción del vídeo de ven. Robina Courtin

Si quieres llegar a la esencia del budismo, yo diría que la enseñanza esencial del Buda es “cómo funciona la mente”. Y esto puede ser una sorpresa, porque, en Occidente, lo mejor que podemos pensar en lo que se refiere a budismo es en cerrar los ojos y tener mindfulness, es decir, presencia mental. Esto es tan grotescamente simplista que no lo puedo creer. Incluso la mayoría de los budistas realmente no estudian el modelo budista de la mente. De ahí que su Santidad el Dalai Lama hable de estos indios increíbles (Buda y los sabios del budismo) que mapearon su propia mente (no el cerebro sino la actividad mental). Eso es maravilloso. Esta es la base del modelo budista de la mente que aún se estudia hoy en día en el sistema de la Universidad monástica tibetana y es la esencia del budismo.

En el budismo todo confluye en la mente. Lama Yeshe dice que “ser budista es ser tu propio terapeuta” ¿qué significa? Esto significa este sencillo punto de reconocer que lo que sucede en la mente es la base de tu felicidad y de tu sufrimiento.

Así que si quieres ser feliz, cambia tu mente. Si no quieres sufrir, cambia tu mente. Muy bien, gran teoría pero, ¿qué significa? Bueno, el modelo budista de la mente es tan sencillo en muchos sentidos, que parece engañosamente simple.

Tenemos estas tres categorías de estados de la mente: 

  1. En primer lugar, están los estados neuróticos y delirantes y depresivos y estresantes y perturbadores. Todos los conocemos.
  2. En segundo lugar, tenemos esa parte que es positiva, virtuosa, útil y benéfica: amor, amabilidad , compasión, etc.
  3. Luego, tenemos la otra parte que me gusta llamar los mecanismos de la mente que es la concentración y todas estas capacidades prácticas que necesitas, sin importar si eres una buena o mala persona.

La «terapia» budista consiste en investigar esos estados:

Lo crucial de ser budista es ahondar en tu propia mente, ser tu propio terapeuta bastante literalmente. Y lo que eso significa es que tenemos que aprender a distinguir entre todos los cientos de pensamientos que están volando alrededor de nuestra cabeza desde el momento en que nos despertamos hasta que nos vamos a dormir, del 99% de los cuales somos mayoritariamente ignorantes. Solo sentimos sus síntomas cuando golpean nuestro cuerpo, es decir, cuando tenemos emociones serias. Esto sucede porque no vemos a mayor profundidad.

Esto es lo que a mí me parece increíble en la psicología budista y es bastante único de su visión, pero no nos damos cuenta porque las palabras que el budismo utiliza son muy simples: amor, apego, enojo, celos,… Suenan muy aburridas. No utilizamos todas esas palabras elegantes que la psicología moderna utiliza. La visión del Buda es muy sencilla: mi sufrimiento proviene de estos estados mentales neuróticos. Ellos son la fuente.

El proceso de generación del sufrimiento:

Para explicarlos, me gusta decir que existe un proceso para que se genere ese sufrimiento. La raíz primordial de los estados aflictivos es la idea equivocada de que existe un yo, la cual está absolutamente enraizada sobre todo en nuestra cultura occidental.

Nota: no nacemos con la idea del yo, como se ha demostrado desde Jean Piaget, sino que esta se crea de forma natural a lo largo de varias etapas de nuestra infancia, gracias a la interacción con el entorno, incluida la interacción social y la educación. Fin de la nota.

Desde la base de este yo, se genera el fenómeno del apegoes decir, la necesidad de buscar todo aquello que nos pueda proteger y satisfacer, lo cual es un pozo sin fondo de sentirse insatisfechos y de sentirse separados.

Nota: las investigaciones explican que la sensación de aislamiento es la principal causa y síntoma del estrés crónico, la cual es una consecuencia de magnificar esa idea primordial del yo, que invade todo nuestro espacio mental y nos desconecta de los demás.

El apego tiene por tanto una gran energía primordial, a partir de la cual luego anhelamos algo ¿y qué es ese algo? En primer lugar, obviamente, acudimos a los objetos de los sentidos, pues el apego hace que algo se vea más delicioso de lo que realmente es y luego manipulamos para obtener la cosa, de la que después esperamos que llegue la felicidad.

Nota: también podemos anhelar objetos mentales como la riqueza, el poder, el cariño, el reconocimiento, etc. Es el mismo proceso.

Entonces en el milisegundo en que el apego no obtiene la felicidad que espera, lo cual ocurre cien veces al día, surge lo que se le llama aversión. El aspecto exterior de la aversión es el enojo y la versión internalizada es la depresión. 

Nota: lo que dice la teoría de motivación es que cualquier motivación externa acaba por generar adicción o insatisfacción.

Referentes en psicología sobre motivación y el efecto del yo:

En resumen, los estados aflictivos son como unas gafas delirantes que hacen que veamos la realidad mucho más distorsionada de lo que creemos. Caemos en su engaño y nos acaba provocando una vida tóxica a nivel mental, que se traduce en ansiedad, estrés y enfermedad. El budismo es la oportunidad de salir de este círculo vicioso.

Podemos encontrar respaldo a esto en la psicología humanista, psicología positiva y, sobre todo en el neurociencia, encabezado por los estudios de Richard Davidson con el Dalai Lama.

Un psicólogo humanista tan reconocido como Abraham Maslow coincide con esta visión. Según él, “Los apetitos se intensifican y crecen. Se desarrollan sobre sí mismos y, en lugar de desear cada vez menos, estas personas desean más y más…”

Maslow, de forma similar al pionero de la psicología positiva Mihalyi Csikszentmihalyi en su libro Flow, destaca que, en las “experiencias cumbre” la conciencia se diluye como consecuencia de la magnitud, belleza o bondad de lo que capta. En esos contextos, el yo parece esfumarse y da paso a la percepción abierta de esos fenómenos especiales.

Maslow decía que la auténtica felicidad requiere de que la persona sea autorrealizada, es decir, que la encuentre en la contemplación de su propia naturaleza: “La naturaleza humana lleva dentro de sí la respuesta a estas preguntas: ¿Cómo puedo ser bueno?, ¿Cómo puedo ser feliz?, ¿Cómo puedo ser útil?”

También dice que la enfermedad procede de no atender a estos valores. Paralelamente, la moderna investigación de neurociencia descubre que el estrés es la causa de gran número de enfermedades. Estrés no es más que descuidar la salud emocional y mental, que el budismo trabaja sistemáticamente.

Nuestra mente se orienta a ver los peligros y eso añade sufrimiento

Luego, nos vamos a dar cuenta de que todos corremos hacia el lado negativo de las cosas, corremos sin darnos cuenta hacia “no soy lo suficientemente bueno”, “no he obtenido suficiente, “él no me ama lo suficiente”. No importa cuánto  obtengamos, nunca es suficiente, ese es el modo automático, la paradoja de dar tanta importancia al ego.

Así que tenemos que cambiar conscientemente este proceso, lo cual no es un trabajo fácil pero es la única vía realista hacia la felicidad.

Nota: ¿Por que vemos principalmente lo negativo? porque la mente ha sido creada para perpetuar la existencia del ser humano. Su misión es detectar amenazas para crear las estrategias que las puedan neutralizar. Por eso vemos y pensamos en los problemas por encima de ninguna otra cosa, tal como explica el neurocientifico Rodolfo Llinás en “El cerebro y el mito del yo”.

El budismo es el camino para darle la vuelta y que nuestra mente se centre en buscar la felicidad auténtica.

Lo que el Buda dice es que hay una serie de mentiras en nuestra mente, pero es algo tan espontáneo y tan natural que no lo notamos

La solución. El método budista en breve

El proceso que propone el budismo es simple, pero la forma en que trabaja es tan primordial, tan sutil, que nunca empezaremos a verla hasta que la usamos en la práctica. Consiste en:

1. Comenzamos por obtener cierta perspectiva, salirnos de nuestra cabezadesde la calma mental.

2. Desarrollamos concentración para observarnos.

3. Creamos la base de entender el mencionado modelo sobre cómo funciona la mente, que no es tan complicado.

4. Luego, empezamos a escucharnos, a desempacar y a desenredar nuestros propios procesos interiores.

5. Todo lo cual aporta a nuestra mente una nueva información que transforma nuestras emociones. 

Nota: esto es la base de la inteligencia emocional a un nivel sutil y profundo.

Este es el verdadero trabajo de ser budista para alcanzar la felicidad.

 

Gracias ven. Robina Courtin por tu dedicación a tu crecimiento personal que permite compartir tanta sabiduría.

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